miércoles, 29 de agosto de 2007

II

Sólo puedo escuchar el sonido de mis entrañas resquebrajandose en el silencio que me rodea.Tus ojos brillan, húmedos en el calor de tu despedida. Tu corazón parece querer marcharse antes que tu cuerpo. Te oigo, ya ausente, esperando que algún sonido salga de mis labios. Pero mi cabeza está en mis pies sujetando mi caida. Sólo quiero no haber escuchado estos 5 segundos. Quiero volver a aquel paseo en mitad de la noche. Quiero oler el cuero en tu cuerpo. Quiero beber tu saliva... ¡Te quiero! Te has dejado la puerta abierta, pero aún te huelo.

No hay comentarios: