Al otro lado del vapor, sólo encuentro mis dedos enredados en tu pecho. Jugueteando con el pelo que nace de tu piel y acaba en la punta de mis dedos, me encuentro amándote más que nunca. Respirándote en cada bocanada, fumándome tu olor. Acaricio tu sudor con mi mejilla, deseando formar parte de tu cuerpo. Y así me fundo en la paz de tus brazos y sueño que eres quien siempre fuiste pero conmigo entre tus brazos y enredando mis dedos en tu pecho...
miércoles, 29 de agosto de 2007
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