martes, 22 de abril de 2008

II

Me siento vacía, ya no sé si me queda algún sentimiento. Creo que mi sangre se ha detenido y ha dejado paso a un extenso vacío dentro de mi cuerpo. Todo se ha detenido, las tripas, el corazón el cerebro, no hay ninguna señal de humanidad dentro de mí. Soy un caparazón, duro y vacío. Y sé que me arrepentiré y te echaré de menos, pero no ahora, ya no, me has vaciado por dentro.

No hay comentarios: